5 técnicas de relajación para manejar el estrés y la ansiedad

Ya estamos en pleno agosto y ¿ni rastro de tus tan deseadas vacaciones en las que poder relajarse y desconectar? No te preocupes, tenemos la solución perfecta para disfrutar del mes del verano de la mejor forma, sin agobios y desde tu oficina. ¡Presta atención!
Desde el departamento de Prevención de Riesgos Laborales de Cesgarden nos avisan continuamente de la importancia de cuidar nuestra “salud laboral” o, lo que es lo mismo, a trabajar sin agobios y de forma relajada. Sin duda esa es la mejor forma de trabajar a gusto y, a la vez, ser más productivo.
Por ello y a través de la Asociación Española Contra el Cáncer nos pasan cinco consejos para ayudarnos a gestionar el estrés y la ansiedad en diferentes situaciones. Sin duda las técnicas de relajación contribuyen de manera muy beneficiosa a reducir los niveles de tensión corporal y psicológica, a modular el dolor y a gestionar el malestar general, por lo que pueden resultar un muy buen recurso especialmente en verano y en situaciones de cansancio o fatiga.
Lo más importante antes de comenzar la relajación es buscar un lugar tranquilo y cómodo para realizar los ejercicios, da igual si estás solo o acompañado y recuerda que son suficientes un par de minutos.
Ahora ya sí, ¡puedes empezar!
- Relajación muscular progresiva: consiste en aguantar la tensión del grupo muscular que se esté trabajando durante unos segundos y, después, soltar para relajar la zona. Es importante que recuerdes que en ningún momento debes forzar la tensión hasta que esta resulte incómoda o dolorosa. Se trata únicamente de contraer los músculos para hacerla más evidente.
- Relajación profunda o diafragmática: la respiración es una de las claves para conseguir relajación. Procura respirar siempre con el abdomen y de forma fluida. Para conseguirlo toma lentamente aire por la nariz, llévalo hasta el fondo de los pulmones, retén unos segundos el aire y, lentamente, expúlsalo por la boca con los labios ligeramente fruncidos. Este tipo de respiración es ideal para aumentar tu control en situaciones de crisis.
- Atención a la respiración: ante situaciones complicadas tu mente salta de un pensamiento a otro rápidamente. Con este ejercicio conseguirás que tu mente se “pare” y se concentre en lo que desees y no tanto en los nervios que puedas estar sintiendo en ese momento. Para lograrlo deberás intentar coger y soltar el aire por la nariz y posteriormente concentrarnos en nuestra respiración natural. Lo fundamental de este ejercicio es saber identificar cuando nos distraemos para centrar la atención en la respiración.
- Relajación pasiva + imaginación guiada: esta combinación de técnicas exige una mayor capacidad de concentración, lo que te permitirá una mayor relajación en menos tiempo. Para lograrlo debes practicar una respiración tranquila combinada con el uso de sensaciones que te generen tranquilidad, calma y paz. Para ello, deberás repetir mentalmente esas sensaciones que te generen bienestar. Concéntrate en visualizarlas de forma clara y así conseguirás entrar en un estado de relajación profunda.
- Relajación por evocación: cada persona experimenta la calma a través de distintos caminos. Para lograr la relajación por evocación solo debemos cerrar los ojos y recordar una situación en la que hayamos experimentado un estado de relajación agradable. Este ejercicio es ideal para conseguir un estado de relajación profunda cuando quieras.
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